BIOGRAFÍA
Requena Nozal, 25 de octubre de 1947, Zaragoza (España).
Con 12 años inicia su preparación musical en los conservatorios de Zaragoza, Pamplona, Valencia y Madrid en la disciplina de trombón de varas y piano. Durante varios años ejerce profesionalmente por toda España con diferentes orquestas.
Pero su gran pasión por la pintura le hace viajar a través de Europa, Próximo Oriente, Asia, Estados Unidos y Rusia, donde visita numerosos museos adquiriendo conocimientos pictóricos.
En 1973 contrae matrimonio con Concepción Barraqueta Egea, quien será su más preciado apoyo en su trayectoria artística.
Su primera exposición individual la realiza en 1975 en el "Museo Provincial de La Rioja".
En 1982 participa en el Concurso Nacional de Pintura para Artistas Jóvenes, organizado por el diario "ABC", en su edición del VII Premio Blanco y Negro de Pintura.
En 1996 es galardonado con el primer premio del II Salón de Verano Ciudad de Nueva York organizado por la Goya Art Gallery de esta ciudad.
Desde el año 1997 es miembro de la "Asociación Española de Pintores y Escultores".
Sus primeras obras a la encáustica son del año 1968 y reflejan temas sociales y marginales de estilo figurativo. Muchas obras de esta época acaban siendo destruidas por el propio artista por insatisfacción, correrán la misma suerte algunas de sus esculturas.
Habla REQUENA NOZAL
“En 1975 descubro por primera vez, en el Museo de El Cairo, las tablas de los sarcófagos coptos de El Fayum (Egipto). Quedo tan impresionado y cautivado, que decido adquirir mayores conocimientos de la cera y la encáustica con artesanos de este país, donde trabajan con técnicas muy parecidas de esa época.
Posteriormente viajo a la milenaria ciudad fortificada de Súzdal (Rusia), en la cual se encuentran varios monasterios y decenas de iglesias, donde se restauran sus iconos a la encáustica, al temple y al pan de oro.
En Asia, concretamente en la ciudad rosa de Jaipur (India), pude visitar a artesanos trabajando las delicadas tablitas de marfil de estilo mogol, y posteriormente en la mítica Katmandú (Nepal), pude curiosear en talleres donde se confeccionaban las maravillosas telas de los Thangka, en ambos casos con técnicas ancestrales.”